Como ser curioso que soy, cada año nuevo chino me pregunto qué energía trae consigo. En 2025, la serpiente, símbolo de sabiduría, transformación y renovación, toma el mando. Al igual que la serpiente muda su piel para crecer, nosotros también tenemos la capacidad de transformarnos, de transicionar y dejar atrás lo que ya no sirve hoy. Este Año de la Serpiente de Madera nos invita a reflexionar sobre nuestras decisiones y a preguntarnos:
¿Qué creencias limitantes me impiden hacer la transición que necesito? Juan se angustiaba pensando cómo podría volver al mercado laboral luego de 25 años en un puesto directivo regional. ¿Qué crees que ocurrió cuando eligió enfocarse en qué conversaciones quería participar y para qué?
¿Cuál es mi mayor miedo al cambio? Rosa se decía «Me siento juzgada porque soy la primera mujer que asume este puesto en una empresa liderada por hombres, en un país decididamente machista». Confrontar ese miedo revisando sus talentos y competencias le permitió a Rosa mudarse a Ciudad Juarez y ser ejemplo para muchas otras mujeres dentro de su industria y otras, y convertirse en un modelo a seguir.
¿Qué legado quiero dejar en el mundo? Es una pegunta que nos invita a conectar con nuestro propósito, con la pulsión que siente la serpiente cuando sabe que ha llegado el momento, y que a menudo dejamos a un lado cuando comenzamos una ruta exitosa en nuestra vida profesional.
La serpiente no se pregunta si sería prudente, arriesgado, o simplemente adecuado mudar su piel. Lo hace porque su biología lo indica. ¿Qué pasaría si este año realmente revisas qué cambio, qué mudanza o transición requiere tu ser para tu bienestar? Y te atreves a transicionar, aceptando tus tiempos para las etapas y encontrando un nuevo ritmo.
Conversemos qué transición está desafiándote o cuál es la que quieres y a la que aún no te animas.